Canfranc: La historia interminable

Estación Internacional de Canfranc

El 18 de julio de 1928 se inauguró la estación internacional de Canfranc con la asistencia del rey Alfonso XIII y el presidente francés Gastón Doumerge. Una estación preciosa, maravilla de su tiempo, unida a la gran obra de ingeniería de perforar los pirineos, supusieron un paso al frente de las comunicaciones transfronterizas entre Francia y España, especialmente para Aragón que tenia en su territorio un eje fundamental de enlace con el continente.

Pero esta gran historia se convierte en desgracia, cuando un accidente en 1970 en el lado francés de la vía provoca el cierre de la misma y, desde ese mismo momento, despierta el sueño romántico de la reapertura.

Mucho ha llovido desde entonces en Aragón y en España: gobiernos, crisis, bonanzas, Unión europea, Euro, logística y un sin fin de hechos que, aun con su gran transcendencia, no han conseguido alterar el estado de la fría vía y silenciosa estación internacional.

Como todos los años la coordinadora para la reapertura del ferrocarril Canfranc-Oloron (crefco) y su homónimo francés creloc han protagonizado un acto reivindicativo para conmemorar esa fecha histórica de 1928 y, como suele suceder, todos los medios, organizaciones y agentes sociales, públicos y privados ponen su foco de atención en esta reivindicación que hace años dejo de ser romántica y se convirtió en reclamación política y económica.

Durante muchos años los diferentes gobiernos centrales han beneficiado los pasos fronterizos de otras comunidades, posibilitando un mejor desarrollo de su economía, mientras los gobiernos autonómicos aragoneses no han ejercido la presión y peso que se esperaba en un asunto tan estratégico como es la comunicación internacional en un mundo económico globalizado.

Nos encontramos ante una historia interminable y una sucesión de tiempos perdidos, la reapertura del canfranc enfocada a tránsito de mercancías con ancho de vía internacional es imprescindible en la apuesta logística aragonesa, pero en los últimos años ningún gobierno lo ha tomado en serio.

Pues bien, fruto de la casualidad, este año practicamente ha coincidido en el tiempo el acto reivindicativo de la reapertura con la designación de los nuevos consejeros del Gobierno de Aragón y, como no podía ser de otra manera, se ha planteado una voluntad de cambio político en esta materia. Este acontecimiento me parece sumamente interesante e ilusionante, por la oportunidad que supone para Aragón y los aragoneses, para su bienestar presente y futuro, para la viabilidad económica y social del conjunto del territorio aragonés.

Pero a la vez me ha despertado la nostalgia y pesar de saber que hemos perdido muchos años. El 9 de diciembre de 2008 tuve la suerte de que Heraldo de Aragón publicase un artículo de opinión reivindicando unas líneas estratégicas para Aragón. Líneas que siguen siendo tan necesarias como en el momento que se plantearon, que siguen siendo tan necesarias e imprescindibles para Aragón, como urgentes para nuestro bienestar económico futuro.

Tan solo pido al nuevo gobierno de Aragón que no siga perdiendo el tiempo, que asuma el desafío de la reapertura, que ejerza un liderazgo político fuerte en esta materia y que en el futuro no tengamos que conmemorar ni recrear, sino que todos los aragoneses podamos ser testigos vivos de otro momento histórico para el pueblo aragonés.

Con más fuerza que nunca ¡REAPERTURA CANFRANC YA!

Corredor central

Compra pública socialmente responsable. Del compromiso a la acción

 

crecimiento económico sostenible

En las últimas semanas, los partidos políticos aragoneses que sustentan el nuevo Gobierno han hablado de incluir clausulas sociales en la contratación pública alegando que incidirá de manera positiva en la economía local y el bienestar social de Aragón. Cuestión que, no solo me parece un acierto, sino que creo que es esencial para el crecimiento futuro económico y social, no solo de Aragón, sino también del estado español y de Europa.

¿Y por qué lo creo? Porque, gracias a la preocupación y sensibilización con aspectos relacionados con la responsabilidad social empresarial y a mi pasión por adaptar y renovar la administración y la política a la sociedad del siglo XXI he tenido la oportunidad de profundizar en esta materia en un trabajo de postgrado de la escuela de Gobierno y Liderazgo de la Universidad San Jorge titulado “RSE y compra pública socialmente responsable. Del compromiso a la acción

desarrollo sostenible

En este trabajo se plantea que existe una correlación positiva entre la inclusión de clausulas socialmente responsables y la consecución de los objetivos de crecimiento inteligente, sostenible e integrador marcados por la estrategia 2020 de la Unión Europea, además se explica la posibilidad de albergar estas clausulas en los contratos públicos sin alterar los principios reguladores de la normativa administrativa de contratación pública.

A su vez, se concluye que en los contratos armonizados celebrados en Aragón durante los últimos años, los de mayor volumen de compromiso presupuestario, estas clausulas han tenido un carácter mínimo y poco significativo. ¿Esto qué significa? Pues sencillamente que la estrategia de la Unión Europea va por un sitio y la actividad económica de la administración pública en el mercado va en otro.

Pero no nos podemos llevar a engaño, la inclusión de este tipo de clausulas aún siendo posible, requiere superar una serie de condicionantes claros como son la disponibilidad de tiempo y recursos a la hora de realizar un pliego de condiciones y el proceso de selección. En muchos casos no existe una planificación de los contratos a realizar y no se dispone del personal suficiente.

Del mismo modo exigiría a los profesionales de la contratación pública una cualificación adicional y una readaptación técnica, ya que se ampliaría el foco más allá de los aspectos estrictamente jurídicos y económicos, incorporando nuevos criterios de selección. Pero los dos frenos más importantes para la inclusión de estas clausulas están referidos al precio y al compromiso político.

En la actualidad el foco de la administración está en pagar poco, y eso no es sinónimo de tener un servicio económicamente más ventajoso, ya que la administración debe contemplar otras cuestiones, además de las externalidades producidas.

Si la administración con las compras públicas solo incentiva el precio bajo y no se centra en la sostenibilidad medioambiental, la gobernanza empresarial, el mantenimiento de empleo de calidad y la participación activa de la empresa en la sociedad donde está implantada, está dirigiendo el dinero de sus compras a empresas baratas y que hacen pocos esfuerzos en ser sostenibles con su entorno.

Y, en la falta de compromiso político generalizado, es necesario impulsar, desde el conjunto de las administraciones públicas y superando los ciclos electorales, una política común de sostenibilidad en las compras públicas. Una senda que mande un mensaje claro a los operadores privados que quieran hacer negocio con la administración y es que, en los contratos públicos, se ha de competir por ser la mejor empresa en base a los criterios de sociedad que queremos construir y enfocada al tipo de crecimiento inteligente, sostenible e integrador que queremos alcanzar.

En la situación de crisis y recortes presupuestarios es difícil ver más allá de los aspectos económicos, pero la administración no debe ser cortoplacista y como decía el maestro Ortega “Solo cabe progresar cuando se piensa en grande, solo cabe avanzar cuando se mira lejos”

 La compra pública supone cerca del 20% del PIB de la UE y sólo desde una visión estratégica, con amplitud de miras, formación, cooperación, coordinación, perspectiva a largo plazo y con amplio compromiso y consenso político se podrá convertir la compra pública en una herramienta potentísima para el desarrollo integral de la sociedad.

"Obra de tal modo que los efectos de tu acción sean compatibles con la permanencia de una vida humana auténtica en la Tierra" Hans Jonas

«Obra de tal modo que los efectos de tu acción sean compatibles con la permanencia de una vida humana auténtica en la Tierra»
Hans Jonas

El fracaso del ego

ego-einstein

 

Tras las elecciones del 24 de mayo todos debemos reflexionar sobre los resultados, sobre el definitivo auge de partidos emergentes en detrimento de las viejas estructuras políticas, pero especialmente debemos reflexionar los y las militantes del partido aragonés ante el nuevo escenario que se plantea.

Debemos pensar por qué los y las aragonesas han rechazado al aragonesismo y por qué han confiado en partidos neocentralistas que lo único que prometen son planteamientos que chocan con la esencia de Aragón.

En mi reflexión personal creo que este rechazo ha sido consecuencia de un modelo político obsoleto, que no ha sabido adaptarse a la realidad social y política aragonesa cambiante, que se ha empeñado en profundizar en los errores pasados en lugar de llevar a cabo la renovación y regeneración necesaria, no solo de personas sino también de ideas y de formas de gestión.

Y aquí, el PAR, tiene mucho que plantearse. Durante los últimos años se ha gestionado encerrado en su dinámica interna, en su ego y se ha alejado de la opinión política generalizada. El PAR, aun manteniendo una representación aceptable en el parlamento, solo ha perdido un diputado de 7, ha caído en casi 17.000 votos, lo que supone poco menos del 27% de los votos conseguidos en 2011 que ya de por si eran bajos.

Otro aspecto fundamental dentro de la dinámica del Partido Aragonés es que se ha perdido la centralidad estratégica es decir, los 6 diputados no suman con nadie, por tanto no sirven para el esquema tradicional de la actual dirección de conformar gobiernos, y aquí nos toca realizar la profunda reflexión aplazada de que el Partido Aragonés debe tener estructura y crecer al margen de los puestos de gobierno.

Llegados a este punto de nuestra reflexión debemos tener en cuenta que este momento de crisis no puede achacarse al Partido Aragonés, no. Seguimos siendo el tercer partido con mayor implantación territorial, tercero en candidaturas, concejales y alcaldes. Por tanto las bases del PAR no han fallado. Quien ha fallado ha sido la dirección del partido, planteando este proyecto como un proyecto personal, individual, egocéntrico y fanático con sus creencias.

Eso es lo que ha lastrado al Partido Aragonés, que no se hayan respetado las ideas y la ideología del partido, que se hayan secuestrado y monopolizado las propuestas y que no se haya escuchado las voces plurales del partido que anticipaban que algo se estaba haciendo mal.

Y este detalle, contar con la participación de todos los miembros del partido aragonés es esencial. Ya, el derecho romano decía “lo que a todos afecta, debe ser tratado y aprobado por todos”. Se ha privado de trabajar a personas que siendo aragonesistas y del PAR creen en otra forma de gestión.

Se ha impedido hacer candidaturas a personas que aman el aragonesismo, no se ha contado con personas excepcionales por el mero hecho de no comulgar con ruedas de molino, por pensar de manera diferente, por opinar.

El conjunto de la militancia del Partido Aragonés debe ser consciente que estamos pasando por un momento clave, crucial, vital. Es el momento para que la militancia se torne protagonista, que los concejales, alcaldes y cargos orgánicos, comarcales y municipales, lideren un cambio hacia mayor pluralidad y respeto a las opiniones. De volver a creer en un aragonesismo reinvindicativo, de conquistar la ilusión de construir nuestro futuro y nuestro Aragón.

De abrir el partido a la sociedad con lo que somos, sin embustes, engaños ni discursos demagógicos. Somos el Partido Aragonés, defendemos Aragón y el aragonesismo; la autonomía hasta las mayores cuotas posibles, defendemos la descentralización administrativa y la cobertura de servicios en el medio rural a través de las comarcas, defendemos los municipios, pueblos y localidades como eje principal de nuestro desarrollo y nuestra sociedad, pedimos una financiación justa que pueda sufragar los servicios esenciales de nuestra población envejecida y de nuestro territorio despoblado, defendemos nuestros recursos y exigimos las inversiones necesarias, y sobre todo defendemos nuestra identidad histórica, política y cultural como pueblo, que nos hace diferentes al resto de territorios y autonomías.

El modelo egocéntrico implantado por la dirección de nuestro partido, no es el camino; a la militancia y al aragonesismo en general, nos toca tomar decisiones sobre el futuro que queremos seguir, sobre si aprenderemos de nuestros errores y actuamos o permitimos que sigan transformando los valores políticos aragoneses y aragonesistas  formados con el paso de los siglos.

Las crisis surgen porque lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer. Para superar esta crisis del partido aragonés y del aragonesismo debemos afrontar unidos el cambio, superar el vértigo que nos produce la vulnerabilidad y enfrentarnos al miedo que nos provoca de cara, con plenas garantías de que los aragoneses sabremos dar respuestas a los problemas presentes y futuros sin esperar que nadie ajeno a nuestra realidad nos los resuelva.

Sólo desde la unidad real y la autocrítica profunda se podrá avanzar y construir el futuro del PAR, de lo contrario, si se mantiene el rumbo seguido hasta ahora, tal vez no merezca la pena luchar y si alguien lo hace, que lo haga solo, con la larga sombra de su ego.

El desarrollo rural: la revolución pendiente

Más que interesante artículo sobre la financiación y fondos públicos para el desarrollo rural, las estrategias de desarrollo local participativo y la visión de la administración sobre la democracia participativa.

ruralsiglo21

Avanzábamos en la anterior entrada en este blog la celebración de una jornada del Foro de Cohesión de los Territorios Rurales, el pasado 28 de abril, en Córdoba (http://www.iesa.csic.es/blog/?p=1777). El Foro, del que forman parte a título individual expertos en desarrollo rural del mundo académico y de diferentes entidades rurales, ha sido, a lo largo de los últimos años, uno de los escasos puntos de luz que, en materia de políticas rurales, ha existido en España.

El seminario al que se dedicó la jornada, giró en torno a la aplicación de la nueva política europea de desarrollo rural y las posibilidades de futuro. La jornada, además, estaba pensada para disolver el Foro, después de seis años de debate sobre la nueva PAC y el segundo pilar de la PAC, una vez elaborados ya los programas de desarrollo rural, apunto de ser aprobados y de iniciarse, por fin, la nueva programación…

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¿Se acerca el invierno aragonesista?

Castillo de Loarre. Todo un símbolo de la construcción histórica de Aragón.

Castillo de Loarre. Todo un símbolo de la construcción histórica de Aragón.

Nos encontramos a las puertas de unas nuevas elecciones autonómicas y municipales en las que se prevé un cambio total en la dinámica que hemos ido viviendo en Aragón desde la constitución del parlamento autonómico en 1983. Junto a las formaciones habituales nuevas formaciones con aires renovados entran en juego en medio de un clima social crispado, enfrentado y donde el miedo, el rencor y el enfado colectivo, aparentemente, lo dominan todo.

A priori, no creo que la entrada de nuevas formaciones en el espectro político sea mala, al revés, como democracia en crecimiento y como sociedad en evolución tendemos a una segmentación de voluntades políticas cada vez más amplia. Esto obliga a los diferentes dirigentes políticos a convivir en un parlamento heterogéneo, donde no hay mayorías claras, y donde cualquier proyecto, ley o iniciativa pasa por el acuerdo, el consenso y la suma de voluntades por un objetivo común. Aragón es tierra de agua, derecho y también tierra de pacto. El pactismo es consustancial a nuestro pueblo, por tanto en un clima de heterogeneidad, que obligue a la generosidad y al esfuerzo colectivo por un proyecto común, el aragonesismo es esencial.

Pero, ¿se acerca el invierno aragonesista?. Los partidos aragonesistas pierden peso y ninguna de las nuevas fuerzas políticas defiende y representa Aragón. Se barajan ocho grupos parlamentarios en las nuevas Cortes, tres no han tenido nunca representación y, de éstos, dos son abiertamente contrarios a la esencia natural de Aragón, defienden la desaparición de municipios, la supresión de servicios esenciales para los aragoneses del mundo rural, su único valor es la demografía, y por tanto Aragón que es el 3% de la población del estado español, vale bien poco para ellos.

En concreto, el crecimiento exponencial de uno de ellos ha nacido de la crisis secesionista catalana. Su verdadero objetivo está en otros territorios, porque la política que practican está referenciada a otras realidades, y desde una perspectiva aragonesista no podemos permitir tener representación parlamentaria en nuestra Cámara de partidos que buscan intereses contrarios a los de Aragón. Desde mi visión aragonesista, que partidos con clara voluntad recentralizadora tengan representación en la Cámara aragonesa es equiparable a que CiU, BNG o Bildu obtuvieran representantes en Aragón, ya que, en este caso, defienden los mismos intereses. Sí, los mismos, porque ninguno defiende Aragón, ni la realidad de los aragoneses.

Por otro lado el tercer partido nace de la crispación social, de la frustración colectiva hacia otra nueva realidad. Si bien es cierto que la ilusión y la pasión por el cambio inunda esta formación debemos ser prudentes y críticos, no hay soluciones mágicas a la difícil situación que vivimos, y menos con fórmulas fracasadas en otros estados. Sólo es entendible este crecimiento desde la miopía de los partidos tradicionales, desde el pensamiento de que la crisis que la sociedad estamos viviendo no es tan grave, que todo volverá a su cauce. Situación muy parecida a la reconocida negación de la crisis económica del Gobierno de José Luis Rodriguez Zapatero.

Pero no podemos ser ajenos a la realidad compartida por las tres formaciones políticas, y es que las elecciones de Aragón y por tanto los aragoneses no son las suyas. Aragón se merece más. Los aragoneses nos merecemos partidos que defiendan al pueblo aragonés, y creo que de las próximas elecciones saldrá una representación parlamentaria con sus energías puestas en otros gobiernos y en otras poblaciones. La renovación política es necesaria, pero la regeneración del aragonesismo es vital para nuestro futuro, sólo desde la defensa de nuestra autonomía, nuestra cultura, nuestra realidad pasada y presente, podremos lanzar a Aragón a un lugar en el futuro donde ningún aragonés tenga la obligación de emigrar para realizarse como trabajador o como persona.

Debemos creer en Aragón, en el aragonesismo, en la solidaridad y el esfuerzo conjunto de construir nuestro propio modelo de prosperidad dentro del estado español, la unión europea y el mundo globalizado. Nadie que no esté pensando en Aragón con toda su energía y pasión va a solucionar nuestros problemas de despoblación, envejecimiento, falta de inversiones en comunicación tradicionales e informáticas y otros muchos que lastran nuestro crecimiento. Nuestro ilustre pensador Joaquin Costa afirmaba “Los pueblos no abdican de su pasado, que sería abdicar juntamente de su porvenir” y en este caso considero, que el pasado y el porvenir de Aragón es aragonesismo, autonomía e identidad. joaquin costa